APP Se llama ZAO
Se llama ZAO y es un fenómeno viral en China
Una app llamada ZAO se ha convertido en un fenómeno viral en China desde su lanzamiento el pasado viernes, emulando la fiebre por FaceApp que si vivió en Europa a principios de verano. Y despertando, también, inquietudes similares.
La app pone la polémica tecnología deepfake al alcance de cualquiera, permitiendo intercambiar de forma convincente la cara de los usuarios con los rostros de cantantes de videoclips o actores de películas y series en cuestión de segundos. Lo único que necesita es un selfie.
In case you haven't heard, #ZAO is a Chinese app which completely blew up since Friday. Best application of 'Deepfake'-style AI facial replacement I've ever seen.— Allan Xia (@AllanXia) 1 de septiembre de 2019
Here's an example of me as DiCaprio (generated in under 8 secs from that one photo in the thumbnail) 🤯 pic.twitter.com/1RpnJJ3wgT
Su funcionamiento es muy sencillo: el usuario selecciona el personaje en el que se quiere convertir de una larga lista -hay estrellas chinas y extranjeras- y proporciona una foto que la aplicación utiliza para modificar de manera realista la imagen animada de la persona escogida en películas, programas de televisión u otro contenido.
Well the Chinese Government may now have my face, but hopefully this makes some of you very happy. #ZAO pic.twitter.com/2OFdGsDdOv— Sam Driver-Tweddell (@LessDefined) 2 de septiembre de 2019
Tal y como ha explicado un usuario en Twitter. Todo el proceso dura 8 segundos.
De momento ZAO permite utilizar únicamente una selección de clips preseleccionados. Es decir, no puedes aplicar tu cara a cualquier película, serie o videoclip que quieras. Entre los rostros famosos que puedes 'suplantar' están Leonardo DiCaprio, Kit Harrington y Kristen Dunst.
El retrato del usuario debe estar libre de derechos y adecuarse a la normativa china para poder utilizarlo. Para obtener la autorización el usuario debe escanear su cara frente a la cámara del móvil, mirando a un lado y a otro, subiendo y bajando la cabeza.
Este último punto ha hecho levantar suspicacias acerca de los posibles conflictos de privacidad que implica la app.
Según algunos medios chinos, una de las cláusulas de la aplicación cede los derechos de todo el contenido generado por el usuario de forma “gratuita, irrevocable, permanente, transferible y con licencia”. En otras palabras: las imágenes que los usuarios suben para realizar los deepfakes pasan a ser propiedad de ZAO.
La compañía responsable de la app ha salido al paso de las críticas para aclarar que han revisado los términos de uso y asegurar que los contenidos generados con la aplicación no se usarán para otros propósitos sin el consentimiento del usuario.

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